No te pasa que empiezas a ver polvo sobre tus muebles, manchas de agua en tu regadera o cochambre en las parrillas de la estufa y lo único que piensas es: “no quiero hacer quehacer”, pero una vez que inicias te das cuenta que no te molesta tanto encargarte de las tareas del hogar, de hecho hasta te sientes relajada, ¿no crees?.
Sí, al ver desorden automáticamente te puede entrar la flojera, pues a nadie le gusta hacer el quehacer de la casa y muchas veces lo postergamos porque no es una actividad que se relacione a darnos placer o diversión. Sin embargo, hacer las tareas del hogar es una gran forma de despejar nuestra mente por 3 buenas razones.